miércoles, 5 de marzo de 2008
Conceptos
Potencial
· Que tiene o encierra en sí potencia.
· Perteneciente o relativo a la potencia.
· Dicho de una cosa: Que tiene la virtud o eficacia de otras y equivale a ellas.
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La comunicación
Es un fenómeno inherente a la relación grupal de los seres vivos por medio del cual éstos obtienen información acerca de su entorno y son capaces de compartirla haciendo partícipes a otros de esa información.
http://es.wikipedia.org/wiki/Comunicaci%C3%B3n
Código Genético
Introducción
Durante muchos años el hombre se ha interesado por descubrir los secretos de la herencia.
Mediante largos y difíciles estudios se descubrió la existencia del ADN y ARN y su importancia para la genética; al hablar de los mismos se hace referencia a la síntesis de las proteínas que van a determinar las características genotípicas y fenotípicas del organismo.
Hemos visto como Watson y Crick realizaron brillantemente la tarea de dilucidar la eestructura del ADN y la forma en que este se duplica. Pero si el ADN es responsable de la transmisión de la Información genética , debe ser capaz, no solo de reproducirse, con lo cual se consigue conservar esta informaciónde padres a hijos sino también debe poder transmitirla.
Autor: Sergio D’Ambrosio
E-mail: dambrosio[arroba]cantv.net
Transmutar: Mudar o convertir algo en otra cosa.
Transgénico, ca: Dicho de un organismo vivo: Que ha sido modificado mediante la adición de genes exógenos para lograr nuevas propiedades.
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Simbiogénesis
La simbiogénesis es un fenómeno biológico evolutivo observado, producido cuando de la asociación estrecha y permanente de dos organismos deriva, por coevolución, un sólo sistema biológico tan estrictamente integrado que sus componentes originales no pueden ya existir por separado. Cuando la simbiosis implica la integración evolutiva de dos células, contenida una dentro de la otra, se habla de endosimbiósis.
Vida Artificial
Por una parte están los intentos "hardware" de emulación de vida. Por ejemplo, es posible construir un pequeño robot con aspecto de ratón capaz de encontrar la salida de un laberinto.
Por otra parte están las simulaciónes "software". Éstas tienen la ventaja de que permiten construir un gran número de seres vivos y entornos en los que estos existen, de manera que es más fácil estudiar comportamientos sociales.
Podemos construir los seres artificiales con el objetivo de solucionar los problemas que a nosotros nos interesen, y que aprendan o colaboren entre ellos hasta conseguir el resultado deseado.
De esta forma, se puede considerar la Vida Artificial (VA) como un paso más allá después de la Programación Orientada a Objetos (POO), y sin embargo, siendo la VA un caso particular de la POO. Es decir, si un objeto es un elemento que encapsula datos y procedimientos, una entidad artificial es un elemento que encapsula un objetivo, unos sentidos, unas acciones y unas creencias. A esto le podemos llamar Programación Orientada a Agentes.
En muchos campos de estudio se plantea la posibilidad de realizar simulaciones para intentar predecir o ayudar a la toma de decisiones acerca de ciertos aspectos del mundo real. Hay dos formas de enfocar estas simulaciones.
Filosofía, Cultura y Sociedad
Nuestro entorno está lleno de seres vivos. Estamos rodeados de plantas, aves, insectos, en fin, animales y también de personas. El objetivo del presente escrito es mostrar, precisamente, que la vida es una gratuidad, un proyecto y una responsabilidad. "La vida no debe ser una novela que se nos impone, sino una novela que inventamos" (Novalis).
La defensa y protección de la vida humana es un objetivo que los pueblos y las culturas han concebido y realizado de modos diferentes. Históricamente, a partir de las teorías del transformismo y evolucionismo en el siglo XIX, tal como las propusieron J. B. Lamarck, Ch. Darwin y H. Spencer, surgieron las llamadas éticas biológicas.
El principio fundamental o la filosofía que las soporta, puede formularse más o menos como sigue: las leyes de la vida son las leyes de nuestra propia existencia y, por lo mismo, ellas encierran la explicación de nuestro fin y destino. "Es a la vida -escribe Guyau (1944, 75)- a quien nosotros pediremos el principio de la moralidad". Aquello que la naturaleza impone a todo cuanto vive y el fin hacia el cual ella encamina la inmensa marejada de los vivientes es el destino y finalidad hacia el cual debemos aspirar. Luego es engañoso y quimérico buscarle un fin a la vida fuera de la vida misma. Al respecto escribe Federico Nietzsche (1998, 48): "Los juicios y las valoraciones relativas a la vida, en pro y en contra, no pueden ser nunca, en última instancia, verdaderos: sólo valen como síntomas, y únicamente deben ser tenidos en cuenta como tales; en sí, dichos juicios son necedades. Hay que alargar totalmente los dedos e intentar captar la admirable sutileza de que el valor de la vida es algo que no se puede tasar". Cuanto el individuo necesita hacer, es velar por su conservación y desarrollo. "Demos, pues, al término biología el sentido comprensivo que debería tener, que quizá alcance algún día -señala Bergson (1996, 124)-, y digamos para concluir que toda moral, presión o aspiración, es de esencia biológica".
Aristóteles, en su libro Acerca del alma (1983, 168), parece identificar vida y alma. Al referirse al hombre dice que es el ser que nace, se alimenta, crece, se reproduce, envejece y muere, siente, apetece, se desplaza, entiende, razona y habla. El conjunto de estas actividades se suele denominar vida. Por lo que la vida, para Aristóteles, es una actividad. Tomás de Aquino hace consistir la vida en el movimiento: "Son vivientes aquellos seres que se mueven a sí mismos". La vida es, en pocas palabras, un misterio. "Filosóficamente -escribe Sanabria (1987, 84)-, la vida ha sido determinada de diversas maneras, pero en general se acepta que la vida se caracteriza por la autoposesión, pero también por una apertura hacia algo diferente: la vida es autotrascendencia, que es precisamente su modo propio de realización. Y como hay tres modos de autotrascendencia, hay tres grados de vida: vida vegetal, vida animal y vida humana".
*Información obtenida de http://209.85.207.104/search?q=cache:eyP51QO6TZsJ:www.razonypalabra.org.mx/fcys/2002/abril.html+vida+para+aristoteles&hl=es&ct=clnk&cd=1&gl=co
*Miguel Martínez Huerta
Cómo evolucionan la especies
En 1809, Lamarck publicó su obra fundamental, Filosofía Zoológica, y en ella afirma que los seres vivientes poseen una tendencia a desarrollarse y a multiplicar sus órganos y sus formas, dando lugar a que éstos sean cada vez más perfectos. Según esta teoría, todas las especies vegetales y animales proceden de otras especies anteriores menos desarrolladas y más imperfectas.
En su Filosofía Zoológica expone la primera tentativa de elaboración de una teoría sistemática de la evolución de los organismos vivos, es decir, las tesis que lo convierten en uno de los primeros defensores del evolucionismo. Desde una perspectiva en conjunto deísta, según la cual la Naturaleza constituye una totalidad regulada por leyes establecidas por el Creador, pero que funcionan de modo riguroso y son cognoscibles por la ciencia, Lamarck cree que las especies animales se desarrollan una a partir de la otra, de las más simples a las más complejas. Por ello concibe la evolución de los órganos animales como una reacción y adaptación de los individuos al ambiente, y teoriza la transmisión hereditaria de los caracteres adquiridos favorables a la adaptación al ambiente.
Lamarck pensó siempre en los organismos en relación con su comportamiento en la naturaleza y con los desafíos planteados por los ambientes cambiantes. Rechazó las concepciones catastrofistas admitidas en su tiempo, considerando que «este medio cómodo de explicar las cosas no tiene otro fundamento que el imaginativo que lo ha creado y que no puede apoyarse en ninguna prueba». «¿Por qué suponer –decía– sin pruebas una o varias catástrofes universales, cuando la marcha de la Naturaleza basta para explicar los hechos que observamos en todas sus partes?».
Contra el fijismo aducía que, si las especies hubieran sido fijadas en la Creación y se mantuviesen estáticas desde siempre, no podrían sobrevivir a los cambios medioambientales. Por tanto, deberían adaptarse constantemente, aunque cambiaran poco en apariencia. Lamarck accedió a la hipótesis transformista al tratar de encontrar una respuesta al problema de la extinción de las especies. Al comparar las ostras fósiles de su colección con otros ejemplares modernos, llegó a la conclusión de que unas habían evolucionado hasta transformarse en las otras. En realidad, las antiguas especies no se habían extinguido, sino que sólo se habrían modificado hasta convertirse en las actuales. Más adelante consideró el desarrollo –evolución– de la vida como un proceso lento, suave y gradual, planteamiento que prefigura el gradualismo darwinista.
Lamarck recoge en su obra la idea aristotélica de la gran cadena de seres u ordenación lineal de los distintos grupos de organismos.
El darwinismo
A la vuelta de su viaje, mientras intentaba poner orden en todos estos datos, leyó la obra de Malthus Primer ensayo sobre la población, en la cual se advierte que la población humana tiende a aumentar más deprisa –en progresión geométrica– que los recursos necesarios para la subsistencia que, en el mejor de los casos, lo hacen en progresión aritmética:
La capacidad de crecimiento de la población es infinitamente mayor que la capacidad de la Tierra para producir alimentos para el hombre [...] La población, si no encuentra obstáculos, aumenta en progresión geométrica. Los alimentos tan sólo aumentan en progresión aritmética. Basta con poseer las más elementales nociones de números para poder apreciar la inmensa diferencia a favor de la primera de estas dos fuerzas (Malthus, T.R., Primer ensayo sobre la población, Madrid, Alianza, 1966, p. 53)
Como consecuencia de ello, supone Malthus, se produce una “lucha por la existencia”. Los recursos son limitados y, en consecuencia, ha de producirse una lucha por la consecución de estos recursos; esta lucha es a muerte. Ahora bien, ¿quiénes y dotados con qué cualidades sobreviven al enfrentamiento de la población? Herbert Spencer respondió que quienes sobrevivían eran “lo selecto de su generación”, los más aptos. De este modo, la especie humana progresa, y Darwin aplicó este razonamiento a las especies animales para explicar su origen y diferenciación. De este modo nacía el Origen de las especies y, con él, la teoría evolucionista.
Lo que Darwin extrajo de la lectura de Malthus fue que el proceso de selección natural ejerce una presión que fuerza a algunos a “abandonar la partida” y a otros a “adaptarse” y a “sobreponerse”. Es decir: la lucha por la existencia en el mundo orgánico, dentro de un ambiente cambiante, engendra alteraciones orgánicas, en el curso de las cuales, sobreviven los más aptos, los cuales transmiten a sus descendientes esas características más favorables. En esto consiste básicamente la selección natural.
¿Cómo evolucionan las especies?
El principal argumento a favor de la evolución es la existencia del registro fósil. Sin embargo, éste es tremendamente incompleto, en el sentido de que el registro fósil rara vez muestra transiciones graduales entre diferentes estadios evolutivos de una misma especie; en vez de ello lo que nos encontramos son saltos. Darwin explicó los “saltos” del registro fósil diciendo que el registro era incompleto. Sostenía que, si una misma persona pudiera recoger fósiles que representaran de manera más completa el paso del tiempo, vería las formas de transición entre especies. Una explicación alternativa, planteada por Niles Eldredge y Stephen Jay Gould nos dice que las especies nuevas aparecen como resultado de acontecimientos relativamente súbitos y no como consecuencia de transiciones graduales lentas.
Según Darwin, las especies nuevas aparecen por la adición gradual de rasgos nuevos a una especie existente, de modo que, si se examina la población en un punto del tiempo, se verán todas las características de la especie antecesora, mientras que un examen de un momento posterior, quizá correspondiente a un millón de años después, mostrará una especie relacionada, pero diferente, que tiene rasgos nuevos. Y en cualquier momento intermedio habría estadios de transición, con las características nuevas desarrolladas aún de forma incompleta. La transición evolutiva, decía, afecta a toda la población de una especie. A esta teoría se le ha dado el nombre de “gradualismo filético”.
Esta idea de Darwin ha sido criticada por Gould en los siguientes términos:
Siempre ha habido problemas con el gradualismo, en particular, con la transición entre los diseños orgánicos principales: de los invertebrados a los vertebrados, por ejemplo, y de los peces sin mandíbulas a los provistos de ellas. Nadie ha resuelto nunca el viejo dilema de Mivart de “las etapas incipientes de estructuras inútiles”. Por ejemplo, la mandíbula es una maravillosa obra de ingeniería; los mismos huesos funcionaban igualmente bien para aguantar el arco branquial de un antecesor desprovisto de mandíbula. Pero ¿podemos realmente construir una serie gradual de formas intermedias que funcionen? ¿Para qué sirven una serie de huesos desligados de las branquias, pero todavía demasiado alejados para funcionar como una boca? ¿Se trasladaron hacia delante, milímetro a milímetro, hasta alcanzar finalmente una posición coordenada alrededor de la boca?
Darwin básicamente respondió que tenía que existir una serie gradual de intermediarios, y que nuestra incapacidad para especificar su función lo único que expresa es nuestra falta de imaginación. Darwin dijo: «Si se pudiera demostrar que existió cualquier órgano complejo sin posibilidades de haberse formado por numerosas modificaciones leves y sucesivas, mi teoría se derrumbaría totalmente».
http://www.educajob.com/xmoned/temarios_elaborados/filosofia/El%20t%E9rmino%20evoluci%F3n.htm
EVOLUCIÓN
En efecto, tradicionalmente “evolución” designaba un proceso de desarrollo programado y finalizado: el conjunto de etapas por las que un ser debe pasar para alcanzar su forma adulta y perfecta. La evolución es el paso progresivo de una forma potencial (pre-forma), en germen, a una forma plenamente extendida y actual. Las diferentes fases del desarrollo de un embrión ejemplifican esta manera de entender la evolución.
Fue Spencer quien introdujo el término “evolución” y lo convertirá en una palabra dominante de su gran sistema filosófico y destinada a formar parte de la biología moderna. Pero el uso de Spencer es ambiguo y poco darwiniano. Spencer no rompe con el finalismo: su evolucionismo es un progresismo cuya ley cree él conocer.
Hoy muchos autores siguen asociando la evolución a uno u otro finalismo y el pensamiento religioso no parece poder asimilar de otra manera la evolución darwiniana, que a veces se extiende a toda la cosmogénesis. El hombre se presenta así como el fin de un proyecto biocósmico que se extiende a miles de millones de años. Sin embargo, en la medida en que el evolucionismo sirve como marco teórico de investigación para las ciencias biológicas contemporáneas, este finalismo no tiene cabida. Para poder ser correctamente aplicada al pensamiento darwiniano y al neodarwinismo contemporáneo, la idea de evolución debe ser despojada de toda referencia a la finalidad o a un proyecto prefigurado de alguna manera en la naturaleza de las cosas. En sentido darwiniano, la evolución está bajo el signo de lo aleatorio, lo imprevisible y el mecanicismo.
El origen de los seres vivos según las religiones
La mayoría de las religiones, de manera más o menos explícita, afirman que el Universo entero procede de Dios (o de los dioses). Por ejemplo, el hinduismo asegura que todo lo que existe surgió gracias al dios Brahma. Éste creó el espíritu, la energía, el tiempo y sus divisiones, las constelaciones y los seres vivos y, por supuesto, al hombre y a la mujer. Según la religión babilónica el dios Marduk creó el Sol, la vegetación y la humanidad; los indios hopi de Arizona defendían que una diosa creó un gran número de aves y animales, y los envió a poblar el mundo; luego, tomando barro de la tierra, hizo la primera mujer y después el hombre. Concepciones análogas podemos encontrar en otras muchas religiones.
Si nos centramos en la tradición judeo-cristiana, en el Génesis se nos narra la creación del mundo, las plantas, los animales y el hombre por Dios. Según el Génesis Dios creó todas las cosas de la “nada” y, luego, a su imagen y semejanza, a nuestros primeros padres, Adán y Eva, y de esta primera pareja desciende toda la humanidad.
Estas concepciones consideran, por una parte, que todas las especies de seres vivos fueron creadas de una vez para siempre y, en consecuencia, que son inmutables y, por otra, que entre el ser humano y el resto de los seres vivos existe una separación profunda y tajante; los humanos son seres absolutamente distintos.
* En la gráfica evolución de las estrellas
según http://www.cientec.org/
* Información obtenida de http://www.educajob.com/xmoned/temarios_elaborados/filosofia/El%20t%E9rmino%20evoluci%F3n.htm